quarta-feira, 18 de fevereiro de 2015

Descubriendo la lengua española

Las aulas de inmersión lingüística impartidas por Digmun se incorporan a la oferta educativa del centro de menores La Esperanza. La formación facilita la integración del colectivo y evita que estos jóvenes se vean abocados al fracaso
“Eran tiempos difíciles / y uno tenía que buscársela como pudiera, / había veces que uno estaba a la expectativa...”. La traducción de esta rima del cantante de reggaeton Daddy Yankee, que bien podría ser la crónica de sus vidas, se convirtió en uno de los ejercicios de los alumnos de las aulas de inmersión lingüística en el Centro de Realojo Temporal para Colectivos Vulnerables del Área de Menores de la Ciudad Autónoma, conocido de forma popular como el centro de menores ‘La Esperanza’.


Este tema del artista portorriqueño es una de las canciones que más escuchan los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) tutelados por la Ciudad Autónoma y, a pesar de que la reprodujeron en multitud de ocasiones, desconocían su significado. “Tradujimos Somos de calle al dariya –dialecto del norte de Marruecos– y se quedaron sorprendidos porque les gustaba la música pero no la entendían”, explicaron ayer Nayat Mohamed y Fernando Díaz, maestros de Digmun responsables de una de estas clases y coordinados por Paloma Manzano.
Estas aulas de adquisición de competencias lingüísticas, impulsadas y desarrolladas por la Asociación Digmun con la financiación de la Consejería de Asuntos Sociales de la Ciudad Autónoma, comenzaron su andadura hace unos días con dos grupos que atienden a 28 alumnos sin escolarizar de hasta 17 años. La inmersión lingüística es un método de enseñanza de una segunda lengua utilizando como lengua vehicular en el aula esa segunda lengua de los alumnos. 
¿Por qué integrar esta clase a la oferta educativa de La Esperanza? “La incorporación de menores de origen inmigrante a la sociedad de acogida plantea diversas dificultades de inserción social, desprendidas en su mayoría de las insuficientes competencias lingüísticas en la lengua de uso, del desconocimiento de la cultura y la realidad social que les acoge. Esto se reproduce en la escuela, obstaculizando su inserción socioeducativa y no sólo a nivel curricular sino también a nivel de la interacción socioafectiva con el grupo de pares”, explicó la asociación por el inicio de las actividades.


Esta formación facilitará a los jóvenes que, una vez escolarizados, tengan el conocimiento de la lengua y un hábito escolar que permitan un rendimiento satisfactorio. “También nos sirve para poder hablar con las chicas”, bromeó Sufian Akroub, acogido en el centro de menores desde hace seis meses y cuyo compañero, en esa estela de complicidad, desveló que reconoce las mayúscula gracias a las redes sociales.   
Pero, ¿entienden cuál es la finalidad de estas sesiones? “Para estudiar más y tener un trabajo para ganar dinero”, respondieron los más duchos con el español. Sufian Hantiki, marroquí de 17 años que lleva tres años tutelado por la administración autonómica, cursará pronto un módulo de mecánica en la Academia Premier con este objetivo. Otros se decantan más por el deporte de élite, como el argelino de 17 años Bachir Boladida, quien destaca en triatlón; o el marroquí de 16 años Ilías El Khattaby, delantero centro del Goyu-Ryu. “Pero eso no significa que tengáis que descuidar los estudios”, les advirtió Malika Mohamed Abdelkader, otra de las maestras de Digmun. “Hay que cuidar el cuerpo y también la mente”, respondió El Khattaby.


Maribel Lorente, presidenta de Digmun, puntualizó ayer que los inscritos en las aulas de inmersión lingüística constituyen un alumnado distinto a los niños fuera de la escolarización del Ministerio de Educación cuyas necesidades educativas son atendidas en la Estación de Ferrocarril porque no están empadronados. Tanto el mobiliario como el material didáctico y fungible de estas clases fueron aportados por Digmun excepto cuatro ordenadores cedidos por el colegio ‘Mare Nostrum’ y las instalaciones de La Esperanza: los dos espacios más amplios que alberga un módulo que permanecía sin utilizar. No obstante, las aulas de inmersión lingüística suelen estar en centros de educación reglada.
La metodología empleada, continuó la portavoz de la asociación que conduce las clases, es la enseñanza del español para menores extranjeros y la alfabetización. Sin embargo, no todo es leer, asimilar la conjugación de los verbos o la conversación en grupo, apostilló Lorente. “Preparamos otro tipo de actividades lúdicas para premir, animar y estimular su participación”, detalló esta representante de Digmun. La primera está prevista coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer –8 de marzo– y tratará sobre el “amor romántico”.


Julio Rodríguez, director de este Centro de Realojo Temporal para Colectivos Vulnerables,alabó el talante “participativo” de Digmun y apuntó que resulta “necesario temporalizar estas actividades”. Coincidió con Lorente en la apuesta por el “refuerzo positivo” frente al “régimen disciplinario”, es decir, valorar el trabajo de los mejores alumnos abriendo una senda para sus compañeros. 
La continuidad del programa está garantizada hasta que finalice 2015, mencionó Rodríguez, quien resaltó que de forma paralela La Esperanza desarrolla, desde mediados de enero, el programa Ulises. “Son grupos de entre siete y diez chavales a los que, durante diez sesiones en horario de tarde, ayudamos a resolver problemas sin necesidad de recurrir a nada perjudicial para si mismo”, expuso este portavoz del centro. Por otra parte, expresó su agradecimiento a todas aquellas instituciones que colaboran con La Esperanza organizando distintas actividades.   
Aunque todavía queda algún tiempo para que charlen con sus conocidos en español, ya han dado el primer paso hacia la integración que persiguen las aulas de inmersión lingüística en las que están implicados tanto Digmun como el Área de Menores de la Ciudad Autónoma.


“Se preocupan por aprender y se prestan a ayudar”
Julio Rodríguez, director de La Esperanza, rechazó ayer al estigma que pesa sobre el colectivo MENA por los incidentes que protagonizan algunos de sus integrantes ya que los alborotadores constituyen un “pequeño grupo” y lo atribuye a “demasiado ocio sin regular”, de ahí su énfasis en la oferta educativa. Prueba de sus palabras está en la “gran acogida” de las aulas de inmersión lingüística entre los residentes. “Se preocupan por aprender y prestan ayuda”, subrayó.  

Tres nacionalidades en la primera fila
“A todos les falta vocabulario, pero algunos ya conocían el alfabeto latino porque estudiaron francés en Marruecos”, señaló la monitora Mohamed. Aunque la mayoría de los menores son marroquíes, en los pupitres se encuentran personas de distintas nacionalidades que hacen frente a más obstáculos en este aprendizaje, lo cual requiere a Digmun afinar el ingenio para establecer comunicación. “Les pongo ejemplos, recurro a los dibujos y pruebo fórmulas hasta que entienden lo que les quiero decir”, agregó la profesora. Solo en la primera fila de su aula, se sientan jóvenes de tres nacionalidades. Fufana, de 18 años, es natural de Mali y se esfuerza en explicar que llegó a Ceuta con otros dos compañeros procedentes de Marruecos. Cuando echa la vista atrás, acierta a decir fue "duro". A su derecha se acomoda un marroquí y a su izquierda un sirio que mantuvo una estrecha relación con sus últimos compatriotas que partieron a la península.

Alfabetización por el convenio MEC-Ciudad
Pepe Vega es maestro de alfabetización del convenio MEC-Ciudad y se ocupa de las clases de apoyo escolar a las que asisten grupos reducidos de jóvenes de más corta edad que serán escolarizados con posterioridad. “Muchos de ellos solo piensan en cruzar a la península, pero tienen que entender que la enseñanza les abrirá un abanico de oportunidades”, explicó mientras atendía a Usama y Ayman.  

Sanidad aborda las drogodependencias
La Consejería de Sanidad ofreció ayer una charla sobre drogodependencias y su prevención dirigida a los residentes de mayor edad en este centro de menores. Este programa se mantiene durante todo el año, señaló el director de La Esperanza, quien adelantó que también abordarán la educación sexual. El director del centro tiene previsto presentar un programa de equinoterapia social en colaboración con el Centro Ecuestre de Ceuta.

Fuente: http://elfarodigital.es/ceuta/educacion/159392-descubriendo-la-lengua-espanola.html#

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